En un esfuerzo por entender y dar a conocer las diferentes realidades financieras de los jóvenes en esta época, en la columna #DimeCómoGastas mostraremos honestamente los hábitos de consumo de los entrevistados, desde sus compras impulsivas, el impacto de la pandemia de coronavirus, hasta su mejor inversión a la fecha.
Fotografías Ximena Cerón
¿Dónde vives y con quién?
Al noroeste de la ciudad, en un departamento que estoy pagando, el cual comparto con algunas plantas y un gato.
¿Cómo cambió tu residencia por la pandemia?
Me quedé sin roomie, pero está bien porque considero que durante el confinamiento el espacio personal se volvió extremadamente necesario. En mi opinión, la soledad es complicada pero la compañía 24/7 es algo aún más complejo y retador; prolongaré el vivir sola el mayor tiempo que me sea posible.
¿Cuál es tu gasto mensual más grande?
Seguramente la comida.
¿Cómo son tus gastos un fin de semana?
Esto se ha ajustado en los últimos meses pero, los fines de semana entro en mi estado más hedonista y pido comida de mis restaurantes favoritos. Hago el famoso gasto hormiga en café y pan –la Panadería Rosetta tiene gran parte de mi sueldo. También, cuando me toca salir a grabar gasto en transporte.
¿Cómo modificaste tus gastos después del inicio de la cuarentena?
El primer mes procuré ahorrar la mayor parte de mi sueldo porque se hablaba de una ola de recortes en casi todas las empresas. Cuando recuperé la seguridad empezó mi etapa de compras descontroladas por Internet, sin embargo esos gastos me parecían funcionales porque los destiné a arreglos del hogar.
¿Cómo terminas tu mes? ¿Cuál es tu saldo final?
Depende, existen meses que aplico el plan de austeridad y hay otros en los que no quiero ver mi estado de cuenta porque sé que hice algún gasto innecesario, pero aproximadamente termino con el 25% de mi sueldo.
¿Cómo dividen los gastos con quien compartes vivienda?
Hasta hace poco se dividía con mi hermano quien fue mi roomie por varios años, justo ahora estoy organizándome para llevarlos sola y no morir en el intento. Un día eres joven y otro día necesitas armar una hoja de Excel de gastos.
¿Crees que la manera en la que tu familia gasta o se relaciona con el dinero, influyó en tus hábitos financieros actuales?
Definitivamente, en la vida y en las finanzas soy una mezcla de mis papás. Mi mamá es súper YOLO de la economía personal (sus ingresos se iban en comer bien, viajar y a su salud) lo opuesto a mi papá, quien es en extremo metódico y ahorrador (él apuntaba en una libreta de contabilidad sus gastos diarios, hasta el shampoo). Entonces creo que estoy en medio de ambos mundos, a los 16 años me cambié de ciudad para vivir sola, así que desde hace mucho comprendo que debes ser responsable con tus ingresos y egresos para mantenerte a flote. Aún así creo que jamás seré la más organizada en ese sentido, pero tampoco la más derrochadora.
¿Cuál es tu gasto culposo de cada mes?
Creo que no es rigurosamente cada mes, pero probablemente son tenis o ropa.
Si te dieran $10,000 en este momento, ¿en qué los gastarías?
Pagaría las deudas e iría al derma o alguna revisión médica de las que tengo pendientes.
¿Cuentas con ahorros?
Sí, tengo un pequeño colchón en los apartados de mi app del banco que procuro no tocar por cualquier eventualidad.
¿En qué crees que deberías estar invirtiendo pero no lo haces?
En salud preventiva y en alguien que me ayude con la limpieza del depa, ya acepté que no puedo seguir “ahorrándome” esas cosas.
Si tuvieras que pedir un préstamo de dinero, ¿cómo lo resolverías?
Si fuera algo relacionado con temas de un negocio o algo muy necesario, creo que lo solicitaría con mi banco personal de confianza, mi familia. Si me rechazan la solicitud y aún así lo considero imprescindible, iría a pedirlo a mi banco (al de verdad). De cualquier forma espero nunca tener que hacerlo porque el tema de los intereses es pesado y pues qué estrés.