Quizá uno de los mayores retos que hay en cuanto al cuidado de nuestras finanzas, es el aprender a ahorrar. Vamos a ver algunos pequeños consejos que, aunque parecerán mínimos, a la larga se reflejarán en nuestra cartera.
El tener cinco tarjetas de crédito, membresías en varios clubes de compras y diferentes cuentas de streaming y mil suscripciones más a un enorme cantidad de servicios, podría hacerte sentir realizado, pero al final, va desangrando lentamente tu economía. Elige la mejor opción de cualquiera de ellas y comienza a utilizarla de forma exclusiva. Una sola tarjeta, por ejemplo, te ahorrará mucho dinero en anualidades y comisiones, además de que te permitirá un mayor control de tus finanzas. Esto se aplica a casi cualquier servicio.
Muchas veces, la impaciencia es el peor enemigo del ahorro. Trata de no comprar en el primer lugar que encuentres, sino compara en diversas opciones. No tomes tampoco promociones por impulso, sino que tienes que analizar la letra pequeña con extremo cuidado. Muchas veces puedes encontrar el mismo producto hasta 50 % más barato si buscas con calma. Pero tampoco caigas en el caso contrario, pues demorarte demasiado puede hacer que el producto se agote o cambie de precio. Como en todo, el encontrar un balance es muy importante.
El dejar prendida una tele que no estás viendo sólo para “oír algo”, o calentar el café en el microondas para dejarlo ahí, genera un gasto que, aparentemente minúsculo, se vuelve importante una vez que se acumula. Evita en lo posible la llamada “corriente vampiro”, generada por equipos que tienen funciones de stand-by como reproductores, hornos de microondas, televisores y otros equipos de esa naturaleza. Puedes ahorrar muchísimo dinero desconectando cualquiera de estos cuando no los vayas a utilizar en un tiempo razonable. Además del ahorro, prolongarás la vida útil de estos aparatos. Inténtalo sólo un mes, y lo verás con claridad en tu siguiente recibo. Esta misma lógica es válida en otros servicios como el agua o el gas.
Ciertos productos no perecederos, o de caducidad larga, pueden adquirirse a altos volúmenes, lo que los hace mucho más económicos. Los clubes de compras son una excelente opción, siempre y cuando tus gastos justifiquen la membresía,. Sin embargo, existen una gran cantidad de mayoristas que pueden ofrecerte excelentes precios por la cantidad adecuada de productos. Ponte de acuerdo con varias personas, y hagan sus compras juntos, al mayoreo. Te quedarás sorprendido de la cantidad de dinero que puedes ahorrar de esta forma.
Si bien en algunos casos es recomendable buscar los productos más económicos, en algunos casos esto es contraproducente. En los productos que se espera tengan una larga duración, es mucho más conveniente buscar aquellos un poco más caros, pero con una mejor calidad. El que adquieras productos económicos, que tengas que cambiar de manera demasiado frecuente resultaría contraproducente a la larga. No está de más hablar con alguien que conozca del tipo de productos para que te dé una visión más completa, y te ayude a elegir.
Todos estos puntos son de primera vista sencillos, y el ahorro que obtendremos podría parecer mínimo. Pero si te pones a hacer cuentas, a la larga saldrás ganando mucho más. A veces, la diferencia está en esos pequeños detalles que muchas veces pasamos por alto.