Seguramente te ha pasado que, cuando vas a una entrevista de trabajo, te mencionan que tu salario será de una cantidad “libre”, que es usualmente lo que recibirás cada mes o quincena. Estamos tan acostumbrados a ello, que muchas veces no nos ponemos a ver de qué hablan. Eso nos lleva a dos conceptos que deberían de ser básicos: Salarios bruto y neto.
El llamado salario bruto es lo que realmente estás ganando. Es una cantidad mucho mayor que la cantidad “libre” que te están ofreciendo, pues ahí se incluyen algunas variables que debes de conocer:
Descuentos de ley: Son aquellos que se deben de cubrir como parte del proceso laboral, como el IMSS o ISSSTE, los impuestos al trabajo tanto estatales como federales. En este espacio se incluyen los descuentos de manutención cuando es ordenado por un juez.
Voluntarios del trabajador: Aquí se aplican los descuentos por préstamos de la empresa, salarios adelantados y, teóricamente, las AFORES, pues además del descuento de ley, el trabajador puede aportar una cantidad extra.
Autorizados por el trabajador: Descuentos de INFONAVIT, FONACOT o FOVISSSTE, que si bien son prestaciones de ley, no tienen que ser usadas por el empleado si no lo desea.
Autorizaciones colectivas: Cuotas sindicales, caja de ahorros u otras prestaciones similares.
Tu salario neto está conformado por el monto del bruto, menos todos estos descuentos, e incluidos aguinaldos, horas extras, bonos y otros pagos extraordinarios, que pueden variar de un pago a otro. El término “libre” es una creación informal de las empresas, para simplificar la comprensión, y consiste en el salario neto sin los pagos extras, con lo que el empleado puede saber exactamente cuanto es el mínimo con el que contará en cada intervalo de pago. Para ti, es una simplificación para que puedas programar tus gastos, pero al final, no tiene una repercusión real en lo que es tu situación financiera.
Como una forma de hacer las cosas sencillas, las empresas suelen establecer un salario neto en cantidades cerradas, y a eso le suman los gastos y aportaciones, de modo que no se tengan que manejar fracciones en la nómina, por lo que es muy raro que tu salario neto refleje la realidad de tu ingreso.
El salario bruto es importante, pues es en base a éste que se calculará tu AFORE, así como cualquier otra forma de retiro, por lo que es muy importante que lo conozcas cuando menos de una forma aproximada, pues te servirá como una guía sobre lo que puedes esperar de tu futuro.
Hay un punto muy importante, que muchos ven como una ventaja, pero que en realidad no lo es tanto. Si tu salario bruto y neto son muy similares, o si la empresa te ofrece un pago extra cada periodo fuera de nómina, es una señal de alerta, pues es posible tanto que la empresa esté cometiendo un fraude fiscal, lo que implica que podría desaparecer en cualquier momento, o que están ofreciéndote prestaciones menores a las que te mereces.
Esta segunda posibilidad puede resultar ventajosa a corto plazo, pero para tu futuro puede ser terrible, pues eso repercutirá en el monto con el que contarás al momento de retirarte. Si sumas todas esas cantidades a lo largo de años de trabajo, te darás cuenta de todo lo que estás perdiendo.
Como lo mencionamos anteriormente, conocer esta diferencia puede parecer una simple curiosidad, pero estar cuando menos al tanto del mismo, cuando menos en su forma básica, puede marcar una diferencia muy importante, así que es mejor no dejarlo pasar.