Existe una diferencia entre ahorrar e invertir: ahorrar significa guardar dinero en un lugar seguro, como una cuenta bancaria, por ejemplo, para usarlo más adelante, o simplemente tener un colchón que permita vivir tranquilamente en caso de una emergencia. Invertir significa asumir cierto riesgo y comprar activos que idealmente aumentarán de valor y proporcionarán más dinero del que se invierte a largo plazo.
Por lo general, una cuenta de ahorros no implica ningún riesgo. Ganas intereses sobre el dinero que ahorras; tu capital inicial está garantizado y es más fácil de acceder cuando lo necesites. Este tipo de cuenta permite ahorrar dinero para un propósito específico, como unas vacaciones; el enganche de una casa; un auto nuevo o una emergencia médica.
Las inversiones están destinadas a la creación de riqueza y quizá este sea el rasgo diferencial más importante, por otro lado, como ya lo dijimos, implican un mayor riesgo, pero también tienen el potencial de obtener mayores rendimientos que una cuenta de ahorros normal.
Invertir es el proceso de usar dinero para comprar un activo que tiene una buena probabilidad de generar una tasa de rendimiento aceptable a lo largo del tiempo, lo que lo hace más rico a largo plazo.
Siempre se recomienda tener una cartera bien diversificada que ayude a distribuir ese riesgo, por otro lado hacerlo de esta forma también potencia el generar retornos, en una amplia gama de clases de inversión. Algunos ejemplos son acciones, bonos, fideicomisos de participación e inversión directa en propiedades u otros activos.
Digámoslo ya sin tantos preámbulos: Invertir es mejor que ahorrar y te diremos por qué. Tener algo de efectivo ahorrado o a la mano para una emergencia o necesidad es fundamental, sin embargo, ¿cuánto dinero se puede guardar en el banco o en efectivo sin obtener ningún beneficio? En algún momento, cuando el efectivo tiene un superávit, se deben comenzar a desviar esos ahorros para invertir y obtener algo más de rendimiento para cumplir con las metas financieras futuras.
La inversión es muy subjetiva para cada individuo. Cada uno tiene su propio conjunto de metas y objetivos a cumplir en su vida. Por lo tanto, cada uno de ellos tiene diferentes cronogramas con respecto al ahorro y la inversión.
Dicho esto, no existe una guía para invertir que mencione la edad o el momento adecuados para comenzar a hacerlo, sin embargo, sí que existe una regla de oro que todos los expertos en finanzas te van a decir todo el tiempo. Ahorra para lo que está a la vuelta de la esquina e invierte para el futuro.
¿Tú qué tanto ahorras e inviertes?